miércoles, 19 de enero de 2011

LA IMPORTANCIA DE DESAYUNAR Por Jímenez García Miguel Isidro, Quintana Valencia Fco. Pino y Velasco Gómez Mayte Gregoria


Durante la estancia en la escuela Telesecundaria  ubicada en una localidad semiurbana  a 40 minutos de la ciudad de Xalapa, Ver. Nos dimos a la tarea de aplicar una encuesta al 100% de alumnos que conforman el total de la matricula de la institución para obtener información sobre su alimentación dentro de la jornada de clases.

Primeramente, mencionaremos de manera general la importancia del desayuno, el beneficio que trae consigo ingerir alimentos en las primeras horas después de despertarse, así como las consecuencias que traen el no ingerir alimento alguno, posteriormente verificaremos el acuerdo de la SEP. Asimismo, abordaremos la interpretación de la encuesta aplicada, y de esta manera hacer un análisis y proponer algunas sugerencias basándonos en algunos nutriólogos para llevar a cabo un desayuno equilibrado.

Las prisas, los cambios de hábitos o el deseo de perder peso son a menudo la excusa que se utiliza para eliminar de la rutina diaria el desayuno. Aunque esta tendencia se extiende cada día más en nuestra sociedad, es importante saber que supone una costumbre nada saludable para nuestro organismo, ya que, según la mayoría de expertos en nutrición, el desayuno se considera la comida más importante del día, puesto que es la primera vez que el cuerpo se alimenta después de un ayuno aproximado de 8 horas (en las que el cuerpo ha estado durmiendo).

La nutrióloga Celina Maldonado señala: empezar el día con un delicioso y saludable desayuno puede ser la diferencia para que los niños realmente rindan y disfruten todas sus actividades. 

Además, debemos preocuparnos por darles un lunch para media mañana, una comida y una cena nutritivas y variadas para que resistan las tentaciones que encuentren en las tiendas de la escuela o de la esquina.

La epidemia de la obesidad está creciendo y parece no tener fin, por más esfuerzos que se hagan para detenerla; sin embargo, a ésta se le puede combatir desde casa creando el hábito de comer bien.

Probablemente antes de las 7:00 horas a nadie se le antoje comer. En casos así, hay que ir moldeando la idea de que desayunar es básico, poco a poco se debe acostumbrar al organismo a recibir alimentos desde temprana hora.

"Cuando no se tiene el hábito de desayunar", "hay que empezar a fomentarlo con cosas líquidas, desde un vaso de agua y luego líquidos claros, como un agua de fruta, después cambiar a yogurt y licuados".

 Además, el llegar a la escuela con el estómago lleno repercute positivamente en la atención que se presta a las actividades matutinas. En cambio, si las personas no desayunan puede traer consigo un decaimiento, falta de concentración y mal humor, debido al déficit de glucosa -nuestro principal combustible energético- que produce el ayuno.  La falta de glucosa empuja a nuestro cuerpo a quemar otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el normal funcionamiento orgánico.

 En edades escolares, esto condiciona el aprendizaje y acarrea un descenso del rendimiento, ya que la capacidad de locución o expresión, de memoria, de creatividad y de resolución de problemas quedan particularmente afectadas. Estas observaciones han sido verificadas tanto en niños que presentaban una alimentación equilibrada en su conjunto como en niños que presentaban una alimentación insuficiente. Por todo ello, se puede considerar que el desayuno es un hábito alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional, pero no sólo de los niños y adolescentes, sino en personas de todas las edades.
La SEP  se dio a la tarea de elaborar un acuerdo para proporcionar un desayuno sano, equilibrado e higiénico en sus instituciones de educación básica.
Con base al acuerdo de la SEP se establece lo siguiente:

ACUERDO MEDIANTE EL CUAL SE ESTABLECEN LOS LINEAMIENTOS GENERALES PARA EL EXPENDIO O DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS Y BEBIDAS EN LOS ESTABLECIMIENTOS DE CONSUMO ESCOLAR DE LOS PLANTELES DE EDUCACIÓN BÁSICA.
CAPÍTULO PRIMERO
Título I
Primero.- El presente Acuerdo tiene por objeto:
I. Promover que en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica se preparen y expendan alimentos y bebidas que faciliten una alimentación correcta.
II. Encaminar los esfuerzos y acciones para que en las entidades federativas se regule, de manera coordinada y unificada, la operación de los establecimientos de consumo escolar, a fin de constituir normas claras sobre el tipo de productos que se recomienda elaborar, expender o distribuir en las escuelas de educación básica y las medidas de higiene que deberán acatarse para hacer de éstas espacios saludables.
III. Impulsar una cultura de hábitos alimentarios saludables y una formación alimentaria que permita a niñas, niños y adolescentes que cursan la educación básica desarrollar aprendizajes hacia una vida más sana y una actitud crítica ante las prácticas que tienen efectos negativos en la salud individual y colectiva.

TÍTULO II
DE LA CONFIGURACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN CORRECTA DEL ESCOLAR
CAPÍTULO PRIMERO
Principios de una alimentación correcta
Quinto.- En los planteles de educación básica del Sistema Educativo Nacional se deberá fomentar el consumo de alimentos y bebidas que faciliten, en los educandos y demás miembros de la comunidad educativa, la adopción de una alimentación correcta, así como el desarrollo de un entorno saludable.
Sexto.- La oferta y el consumo de alimentos y bebidas en los planteles de educación básica deberá considerar los siguientes principios de una alimentación correcta:
I. Guardar una dieta completa: Incluir alimentos de los tres grupos alimentarios. No existe un solo alimento o grupo de alimentos que proporcione al individuo todas las sustancias que necesita;
II. Cuidar una dieta equilibrada: Ofrecer alimentos que tengan la cantidad de sustancias nutritivas recomendadas para cada grupo de edad, según sexo, talla, actividad física y estado fisiológico;
III. Mantener una dieta variada: Incluir alimentos de diferentes sabores, colores, olores y consistencias en cada comida, para evitar la monotonía y asegurar el consumo de los diferentes nutrimentos que requiere el organismo;
IV. Atender a una dieta higiénica: Los alimentos deben estar libres de organismos, toxinas y contaminantes, por lo que se deben preparar con la limpieza necesaria para prevenir enfermedades;
V. Mantener una dieta adecuada: Acorde a los gustos, la cultura -tomando en cuenta que la alimentación es distinta en las diferentes regiones del país-, así como a los recursos económicos de quien la consume, sin que por ello se deban sacrificar las otras características de una dieta correcta.

Diario Oficial De la Federación, acuerdo  mediante el cual se establecen los lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica. http://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/635/1/images/acuerdolineamientos_sept.pdf, visto el día viernes 12 de noviembre de 2010 a las 13:32.

Por otra parte, tenemos la interpretación de la información obtenida en la encuesta aplicada.
 Con respecto a la pregunta: ¿los alumnos ingieren las tres comidas durante el día?,  el 21.05% de los encuestados dijo que siempre realiza las tres comidas al día, esto se debe a la prioridad que le da tanto la familia y el estudiante en adquirir una alimentación adecuada; un 31.57% afirmó que casi siempre realiza las tres comidas al día; el 36.84% de los alumnos solamente  a veces realiza las tres comidas al día, esto es a causa de los recursos económicos. Finalmente, un 10.52% de los jóvenes  nunca realiza las tres comidas al día, se debe a que no tienen una disciplina establecida.
 Asimismo, encontramos que el 71.18% de los alumnos de la institución si desayuna antes de ir a la escuela y el 28.81% no desayuna. También, determinamos que el 93.22%  de los alumnos desayuna en la escuela, lo cual implica la mayor parte de la matricula, en cambio el 6.77%no desayuna en la escuela.
 De igual forma, examinamos  la ingesta de líquidos donde  el 32.20% consume agua simple, el 89.83% ingiere agua  azucarada de frutas, el 8.47% bebe café, y 1.69% toma atole, y yogurt el 3.38%.
Otro aspecto que se cuestionó fue el que si los alumnos reciben desayunos a la hora del receso por parte de sus tutores, un 30.50% respondió que sus tutores si le llevan algunos alimentos y el 69.49% no. La comida chatarra es consumida por el 77.96% de los alumnos, mientras el 22.03% no ingiere este tipo de alimentos.
Concluyendo con los porcentajes obtenidos del total de los alumnos de la institución, nos podemos percatar que la mayoría tiene un gran interés por ingerir alimentos por la mañana, algunos de ellos lo que consumen antes de ir a la escuela es yogurt, leche, café, cereal, frutas, avena y huevos.

Durante su estancia en la telesecundaria consumen un menú que es realizado por la administración de la escuela y los padres de familia, éste consta de alimentos nutritivos que ayudan al desarrollo integral de los alumnos, algunos de ellos son tortillas de maíz, ensaladas de verduras, pastas, carnes rojas y blancas, cereales, leguminosas, frutas, gelatinas y lácteos, estos alimentos se acompaña con agua de sabor, café o atole. Algunos padres de familia prefieren llevar alimentos a sus hijos siguiendo la misma dieta acordada en la escuela.

A pesar de contar con buenos hábitos de alimentación, un alto porcentaje de los alumnos consume comida chatarra: dulces, sabritas, tamarindos, palomitas, cacahuates y chicles, pero en pocas proporciones, lo cual no desequilibra tanto la alimentación balanceada y lo que es mejor, no causa sobre peso u obesidad en los alumnos.

            Sin embargo, fuera de la institución los maestros ya no están al pendiente de lo que ingieren sus alumnos , esto lo podemos percibir porque encontramos un 1.69% del total de los encuestados con problemas de desnutrición, el 15.25% de adolescentes con bajo peso, un 57.62% de los alumnos tiene su peso  “normal”, un 22.03% de estudiantes con sobrepeso y obesidad con un 3.38%, lo que indica que más de la mitad tiene buenos hábitos alimenticios y la otra parte tiene problemas en cuanto a su  control de ingesta de alimentos.

            Por ello, consideramos urgente aplicar medidas para frenar la mala alimentación y distribución de comida chatarra, asimismo fomentar una cultura de salud en la comunidad, sobre todo en los alumnos de la telesecundaria y más que nada, ver lo importante que es obtener una auto eficiencia alimentaria.

Nos enfocaremos a los consejos generales, de acuerdo a Ramón Campayo: “Una dieta equilibrada, sin abusos y sin necesidades, nos ayudará en cualquier actividad que desempeñemos en la vida, tanto a nivel físico como mental”. Por tanto, estudiar y memorizar no serán una excepción.

— Cuando nos dispongamos a estudiar, no deberemos comer en exceso, ni tampoco ingerir alimentos pesados o que sean difíciles de digerir.
— Por supuesto que siempre nos perjudicarán el tabaco, el alcohol y cualquier otro tipo de drogas.
— Es preferible, si estudiamos por la tarde, reservarnos en la comida del mediodía y merendar luego algo que nos guste y nos despeje, aprovechando uno de los descansos que hagamos.

— No es una buena norma memorizar después de la comida principal; es preferible descansar o, a lo sumo, repasar.

También nos hace mención de algunos minerales y vitaminas que son necesarios para nuestro cerebro: Como minerales el fósforo y el magnesio principalmente, y como vitaminas la A y la D. El fósforo lo encontramos en la leche y en sus derivados (¡cuidado con el queso!, que puede producir migrañas a muchas personas que no lo toleran adecuadamente), en los huevos, cereales integrales, frutos secos, chocolate y legumbres (garbanzos, guisantes, judías, lentejas y soja). El magnesio aparece en la sal marina sin refinar, en los cereales integrales, frutos secos, chocolate y legumbres.

Por otra parte, para que se asimile el fósforo es necesaria la presencia de vitamina D. Esta vitamina está presente en el aceite de hígado de bacalao y también se produce suficientemente en la piel, al tomar el sol. La vitamina A se encuentra principalmente en el hígado de los animales y, fuera de la carne, en la zanahoria, el perejil y el boniato.

Como puedes ver, no hay mucho más que decir al respecto. La dieta mediterránea es muy completa y difícilmente nos dejará de aportar algún mineral o vitamina de los que necesitamos.

La actividad física moderada, pero constante, es también muy querida para nuestra mente, ya que la despeja y la relaja. Hacer deporte nos tonifica y nos hace mejorar el riego sanguíneo, otro factor a tener en cuenta y que también es de agradecer. Finalmente, indicarte la importancia del sueño y de descansar lo necesario. Procuremos no agotarnos nunca, pues aparte de que no rendiremos así lo suficiente, crearemos malas sensaciones que nos harán una mente más reacia a cualquier actividad que queramos desempeñar.






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