Durante la estancia
en la escuela Telesecundaria ubicada en
una localidad semiurbana a 40 minutos de
la ciudad de Xalapa, Ver. Nos dimos a la tarea de aplicar una encuesta al 100%
de alumnos que conforman el total de la matricula de la institución para
obtener información sobre su alimentación dentro de la jornada de clases.
Primeramente,
mencionaremos de manera general la importancia del desayuno, el beneficio que
trae consigo ingerir alimentos en las primeras horas después de despertarse,
así como las consecuencias que traen el no ingerir alimento alguno,
posteriormente verificaremos el acuerdo de la SEP. Asimismo, abordaremos la
interpretación de la encuesta aplicada, y de esta manera hacer un análisis y
proponer algunas sugerencias basándonos en algunos nutriólogos para llevar a
cabo un desayuno equilibrado.
Las
prisas, los cambios de hábitos o el deseo de perder peso son a menudo la excusa
que se utiliza para eliminar de la rutina diaria el
desayuno. Aunque esta tendencia se extiende cada día más en
nuestra sociedad, es importante saber que supone una costumbre nada saludable para nuestro organismo, ya que,
según la mayoría de expertos en nutrición, el desayuno se considera la comida más importante del día, puesto que es la primera
vez que el cuerpo se alimenta después de un ayuno aproximado de 8 horas (en las
que el cuerpo ha estado durmiendo).
La nutrióloga Celina Maldonado señala:
empezar el día con un delicioso y saludable desayuno
puede ser la diferencia para que los niños realmente rindan y disfruten todas
sus actividades.
Además, debemos preocuparnos por darles un lunch para
media mañana, una comida y una cena nutritivas y variadas para que resistan las
tentaciones que encuentren en las tiendas de la escuela o de la esquina.
La epidemia de la obesidad está creciendo y parece no
tener fin, por más esfuerzos que se hagan para detenerla; sin embargo, a ésta
se le puede combatir desde casa creando el hábito de comer bien.
Probablemente antes de las 7:00 horas a nadie se le
antoje comer. En casos así, hay que ir moldeando la idea de que desayunar es
básico, poco a poco se debe acostumbrar al organismo a recibir alimentos desde
temprana hora.
"Cuando no se tiene el hábito de desayunar",
"hay que empezar a fomentarlo con cosas líquidas, desde un vaso de agua y
luego líquidos claros, como un agua de fruta, después cambiar a yogurt y
licuados".
En edades
escolares, esto condiciona el aprendizaje y acarrea un descenso del
rendimiento, ya que la capacidad de locución o expresión, de memoria, de
creatividad y de resolución de problemas quedan particularmente afectadas.
Estas observaciones han sido verificadas tanto en niños que presentaban una
alimentación equilibrada en su conjunto como en niños que presentaban una
alimentación insuficiente. Por todo ello, se puede considerar que el desayuno
es un hábito alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional,
pero no sólo de los niños y adolescentes, sino en personas de todas las edades.
La SEP se dio a la
tarea de elaborar un acuerdo para proporcionar un desayuno sano, equilibrado e
higiénico en sus instituciones de educación básica.
Con base al acuerdo de la SEP se establece lo siguiente:
ACUERDO
MEDIANTE EL CUAL SE ESTABLECEN LOS LINEAMIENTOS GENERALES PARA EL EXPENDIO O
DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS Y BEBIDAS EN LOS ESTABLECIMIENTOS DE CONSUMO ESCOLAR
DE LOS PLANTELES DE EDUCACIÓN BÁSICA.
CAPÍTULO
PRIMERO
Título
I
Primero.-
El presente Acuerdo tiene por objeto:
I. Promover
que en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación
básica se preparen y expendan alimentos y bebidas que faciliten una alimentación
correcta.
II. Encaminar
los esfuerzos y acciones para que en las entidades federativas se regule, de
manera coordinada y unificada, la operación de los establecimientos de consumo
escolar, a fin de constituir normas claras sobre el tipo de productos que se
recomienda elaborar, expender o distribuir en las escuelas de educación básica
y las medidas de higiene que deberán acatarse para hacer de éstas espacios
saludables.
III.
Impulsar
una cultura de hábitos alimentarios saludables y una formación alimentaria que
permita a niñas, niños y adolescentes que cursan la educación básica
desarrollar aprendizajes hacia una vida más sana y una actitud crítica ante las
prácticas que tienen efectos negativos en la salud individual y colectiva.
TÍTULO
II
DE
LA CONFIGURACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN CORRECTA DEL ESCOLAR
CAPÍTULO
PRIMERO
Principios
de una alimentación correcta
Quinto.- En
los planteles de educación básica del Sistema Educativo Nacional se deberá
fomentar el consumo de alimentos y bebidas que faciliten, en los educandos y
demás miembros de la comunidad educativa, la adopción de una alimentación
correcta, así como el desarrollo de un entorno saludable.
Sexto.- La
oferta y el consumo de alimentos y bebidas en los planteles de educación básica
deberá considerar los siguientes principios de una alimentación correcta:
I.
Guardar una dieta completa: Incluir alimentos de los tres grupos
alimentarios. No existe un solo alimento o grupo de alimentos que proporcione
al individuo todas las sustancias que necesita;
II.
Cuidar una dieta equilibrada: Ofrecer alimentos que
tengan la cantidad de sustancias nutritivas recomendadas para cada grupo de
edad, según sexo, talla, actividad física y estado fisiológico;
III.
Mantener una dieta variada: Incluir alimentos de diferentes
sabores, colores, olores y consistencias en cada comida, para evitar la
monotonía y asegurar el consumo de los diferentes nutrimentos que requiere el
organismo;
IV.
Atender a una dieta higiénica: Los alimentos deben estar
libres de organismos, toxinas y contaminantes, por lo que se deben preparar con
la limpieza necesaria para prevenir enfermedades;
V.
Mantener una dieta adecuada: Acorde a los gustos, la cultura
-tomando en cuenta que la alimentación es distinta en las diferentes regiones
del país-, así como a los recursos económicos de quien la consume, sin que por
ello se deban sacrificar las otras características de una dieta correcta.
Diario Oficial De la Federación, acuerdo mediante el cual se establecen los
lineamientos generales para el
expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles
de educación básica. http://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/635/1/images/acuerdolineamientos_sept.pdf,
visto el día viernes 12 de noviembre de 2010 a las 13:32.
Por otra parte, tenemos la interpretación de la
información obtenida en la encuesta aplicada.
Asimismo, encontramos que el 71.18% de los alumnos de la
institución si desayuna antes de ir a la escuela y el 28.81% no desayuna.
También, determinamos que el 93.22% de
los alumnos desayuna en la escuela, lo cual implica la mayor parte de la
matricula, en cambio el 6.77%no desayuna en la escuela.
De igual forma, examinamos la ingesta de líquidos donde el 32.20% consume agua simple, el 89.83%
ingiere agua azucarada de frutas, el
8.47% bebe café, y 1.69% toma atole, y yogurt el 3.38%.
Otro aspecto que se cuestionó fue el que si los alumnos
reciben desayunos a la hora del receso por parte de sus tutores, un 30.50% respondió
que sus tutores si le llevan algunos alimentos y el 69.49% no. La comida
chatarra es consumida por el 77.96% de los alumnos, mientras el 22.03% no
ingiere este tipo de alimentos.
Concluyendo con los porcentajes obtenidos del total de
los alumnos de la institución, nos podemos percatar que la mayoría tiene un
gran interés por ingerir alimentos por la mañana, algunos de ellos lo que
consumen antes de ir a la escuela es yogurt, leche, café, cereal, frutas, avena
y huevos.
Durante su estancia en la telesecundaria consumen un menú
que es realizado por la administración de la escuela y los padres de familia,
éste consta de alimentos nutritivos que ayudan al desarrollo integral de los
alumnos, algunos de ellos son tortillas de maíz, ensaladas de verduras, pastas,
carnes rojas y blancas, cereales, leguminosas, frutas, gelatinas y lácteos,
estos alimentos se acompaña con agua de sabor, café o atole. Algunos padres de
familia prefieren llevar alimentos a sus hijos siguiendo la misma dieta
acordada en la escuela.
A
pesar de contar con buenos hábitos de alimentación, un alto porcentaje de los alumnos
consume comida chatarra: dulces, sabritas, tamarindos, palomitas, cacahuates y
chicles, pero en pocas proporciones, lo cual no desequilibra tanto la
alimentación balanceada y lo que es mejor, no causa sobre peso u obesidad en
los alumnos.
Sin embargo, fuera de la institución
los maestros ya no están al pendiente de lo que ingieren sus alumnos , esto lo
podemos percibir porque encontramos un 1.69% del total de los encuestados con
problemas de desnutrición, el 15.25% de adolescentes con bajo peso, un 57.62%
de los alumnos tiene su peso “normal”,
un 22.03% de estudiantes con sobrepeso y obesidad con un 3.38%, lo que indica
que más de la mitad tiene buenos hábitos alimenticios y la otra parte tiene
problemas en cuanto a su control de
ingesta de alimentos.
Por ello, consideramos urgente
aplicar medidas para frenar la mala alimentación y distribución de comida
chatarra, asimismo fomentar una cultura de salud en la comunidad, sobre todo en
los alumnos de la telesecundaria y más que nada, ver lo importante que es
obtener una auto eficiencia alimentaria.
Nos enfocaremos a los consejos
generales, de acuerdo a Ramón Campayo: “Una dieta equilibrada, sin
abusos y sin necesidades, nos ayudará en cualquier actividad que desempeñemos
en la vida, tanto a nivel físico como mental”. Por tanto, estudiar y memorizar
no serán una excepción.
— Cuando nos
dispongamos a estudiar, no deberemos comer en exceso, ni tampoco ingerir
alimentos pesados o que sean difíciles de digerir.
— Por supuesto que
siempre nos perjudicarán el tabaco, el alcohol y cualquier otro tipo de drogas.
— Es preferible, si
estudiamos por la tarde, reservarnos en la comida del mediodía y merendar
luego algo que nos guste y nos despeje, aprovechando uno de los descansos
que hagamos.
— No es una buena
norma memorizar después de la comida principal; es preferible descansar o, a lo
sumo, repasar.
También
nos hace mención de algunos minerales y vitaminas que son necesarios para
nuestro cerebro: Como minerales el fósforo
y el magnesio principalmente,
y como vitaminas la A y la D. El fósforo lo encontramos en la leche y en
sus derivados (¡cuidado con el queso!, que puede producir migrañas a muchas
personas que no lo toleran adecuadamente), en los huevos, cereales integrales,
frutos secos, chocolate y legumbres (garbanzos, guisantes, judías, lentejas y
soja). El magnesio aparece en la sal marina sin refinar, en los cereales
integrales, frutos secos, chocolate y legumbres.
Por
otra parte, para que se asimile el fósforo es necesaria la presencia de vitamina
D. Esta vitamina está presente en el aceite de hígado de bacalao y también
se produce suficientemente en la piel, al tomar el sol. La vitamina A se
encuentra principalmente en el hígado de los animales y, fuera de la carne, en
la zanahoria, el perejil y el boniato.
Como
puedes ver, no hay mucho más que decir al respecto. La dieta mediterránea es
muy completa y difícilmente nos dejará de aportar algún mineral o vitamina de
los que necesitamos.
La actividad
física moderada, pero constante, es también muy querida para nuestra mente,
ya que la despeja y la relaja. Hacer deporte nos tonifica y nos hace mejorar el
riego sanguíneo, otro factor a tener en cuenta y que también es de agradecer. Finalmente,
indicarte la importancia del sueño y de descansar lo necesario. Procuremos no
agotarnos nunca, pues aparte de que no rendiremos así lo suficiente, crearemos
malas sensaciones que nos harán una mente más reacia a cualquier actividad que
queramos desempeñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario